sábado, 5 de abril de 2014

TÉCNICAS DIAGNÓSTICAS


  • CITOLOGÍA VAGINAL O PRUEBA DE PAPANICOLAU
La técnica que más se conoce y la más utilizada, por su rápida y fácil extracción, es la CITOLOGÍA VAGINAL.
Se engloba dentro de los métodos denominados de screenig o cribado, ya que permiten que se detecte la aparición de células "anormales" antes de que se desarrolle el tumor y la aparición de síntomas.


  1. ¿Qué es? Es una prueba sencilla, rápida y no dolorosa. En la que, con un espéculo (instrumento de la imagen) se separa las paredes de la vagina para poder llegar al cuello uterino donde se recoge una muestra de las células de la mucosa. Tanto del ectocérvix como del endocérvix. Posteriormente se llevan al laboratorio para su análisis.
     
  2. ¿A quien va dirigido? A todas las mujeres con edades comprendidas entre los 25 y los 65 años que hayan tenido o tienen relaciones sexuales. Si son menores de 25, se deberían hacer la citología si llevan más de tres años manteniendo relaciones sexuales. Y si son mayores de 65 y nunca se la han hecho, también es aconsejable.
  3. ¿Con que frecuencia debe hacerse una citología? Como recomendación, dos citologías anuales con resultados normales, se repiten a los tres años.
  4. ¿Dónde se realiza la citología? En su centro de salud o consultas de ginecología.
  5. A tener en cuenta antes de realizar una citología.  No se realiza cuando la persona está con la menstruación; no se debe administrar medicamentos vaginales los tres días previos a la realización de la prueba; y no mantener relaciones sexuales en las 48 horas previas a la citología.
Es importante saber que TENER UN RESULTADO "ANORMAL" NO SIGNIFICA TENER CÁNCER. Debe seguir las recomendaciones de su médico y lo más importante: resolver todas las dudas que tenga. Pregunte sin miedo.

  • OTRAS PRUEBAS DIAGNÓSTICAS:                                                   
  • Ø  PCR VPH: es una prueba que detecta la presencia de ADN del VPH. Se puede realizar conjuntamente con el test de Papanicolau  (puesto que la muestra se extrae de la misma forma), o se puede realizar posteriormente para confirmar o descartar infección por VPH si la citología es anormal.

    Ø  COLPOSCOPIA: consiste en la visualización directa y detallada del cérvix mediante un colposcopio (aparato similar a un microscopio), con el fin de detectar lesiones en la mucosa. En ocasiones se utilizan distintas soluciones (ácido acético, lugol…) y diferentes tipos de luz para diferenciar la mucosa normal de la patológica, permitiendo la extracción de muestra (biopsia) para estudio histológico, lo cual constituye el diagnóstico de confirmación y permite la estadificación del tumor.

    Ø  CISTOSCOPIA Y/O RECTOSIGMOIDOSCOPIA: en mujeres con tumores en estadio avanzado en los que se sospecha invasión de estructuras vecinas.

    Ø  UROGRAFÍA INTRAVENOSA: consiste en la visualización de las vías urinarias (riñones, uréteres y vejiga) mediante la realización de Rx tras administración de contraste intravenoso. Se utiliza para valorar afectación de la vía urinaria o estructuras vecinas (por ejemplo, afectación de ganglios linfáticos pélvicos que compriman un uréter). Esta prueba está en desuso, ya que se puede obtener la misma información, o incluso una información más amplia mediante otras pruebas de imagen.

    Ø  RADIOGRAFÍA DE TÓRAX: esta prueba forma parte del estudio de extensión. Se realiza para descartar o confirmar metástasis en pulmón.

    Ø  RESONANCIA MAGNÉTICA NUCLEAR (RMN): prueba muy útil para el estudio de extensión del tumor, tanto localmente como a distancia. No utiliza radiaciones ionizantes.

    Ø  TOMOGRAFÍA COMPUTERIZADA (TC): en la realización de esta prueba se emiten grandes cantidades de radiaciones ionizantes que son absorbidas por el paciente, por lo que hay que limitar su uso. Se realiza con o sin contraste intravenoso para el estudio de extensión del tumor, y descartar o confirmar la afectación de distintos órganos y/o ganglios linfáticos.

    Ø  TOMOGRAFÍA POR EMISIÓN DE POSITRONES (PET): esta técnica de imagen utiliza glucosa marcada con isótopos radiactivos. Las células cancerosas consumen más glucosa que las células normales por lo que con la PET se puede detectar la existencia de otros focos tumorales en el organismo (metástasis). Puede dar falsos positivos en caso de la existencia de un foco inflamatorio, cuyas células también consumen mayor cantidad de glucosa debido a los fenómenos de reparación y regeneración tisular característicos de la inflamación.
    En ocasiones se combina con la TC (PET-TAC), lo que proporciona más información y permite delimitar mejor el tumor y la afectación de otras estructuras.

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